Te damos algunos consejos para cocinar alimentos que pueden formar un plato
COMIDAS FÁCILES DE HACER
Hay algunos alimentos que todo el mundo debería saber preparar. Sin embargo, vale la pena aclarar que no vamos a referirnos a platos o recetas específicas, sino a comidas fáciles de hacer que se usan en estas preparaciones.
Por ejemplo, vamos a repasar y aconsejar cómo hacer pasta, por un lado, pero, por el otro, a hablar de ensaladas. Si se unen, tenemos una cena.
Lo mismo sucede con el arroz, los filetes y, de nuevo, las ensaladas. Los exploraremos cada uno por su lado, pero si los combinamos en un solo plato, armamos un almuerzo.
PASTA
La pasta es la mejor amiga de quienes deciden salir de casa de los padres y se enfrentan al verdadero mundo adulto, en el que es necesario encontrar un equilibrio entre los espacios para alimentarnos, con el resto de las exigencias de estudio o laborales.
¿Por qué decimos que es la mejor amiga? La respuesta es muy sencilla: es fácil de preparar y se puede combinar con muchos otros alimentos, entre verduras y carnes. A continuación, dejamos algunos tips para cocinar la pasta en su punto:
- Cantidad de agua: en términos generales se usa 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta. Es decir, se necesita una olla grande en la que quepan estos elementos cómodamente y que la pasta alcance a sumergirse. Es importante que no se superen los 2/3 de la capacidad de la olla, así evitamos que se riegue cuando empiece a hervir.
- ¿Cuándo añadir la sal?: se debe hacer en el momento en el que el agua empieza a burbujear. Nuestro objetivo es que se disuelva, así que también vale la pena revolver un poco.
- ¿Cuándo agregar la pasta?: apenas el agua está hirviendo y la sal se ha disuelto, tomamos la cantidad de pasta a cocinar y la añadimos. En el caso de preparar espagueti, podemos sostenerlos en el centro de la olla y los soltamos, procurando que queden bien repartidos por la superficie.
Una vez se agrega la pasta, reducimos un poco el fuego, puede ser a un nivel medio y, de vez en cuando, revolvemos con cuidado para evitar que se pegue a la base o las paredes de la olla.
- ¿Cuánto tiempo se deja cocinando?: lo ideal es seguir las indicaciones en el paquete de la marca que se compró, sin embargo, es mejor estar pendientes para evitar que se pase o, por el contrario, quede cruda y dura. Un buen consejo es revisarla uno o dos minutos antes del tiempo indicado.
El método más sencillo para saber si la pasta está lista es confiar en nuestro sentido favorito: el gusto. Solo probamos un poco, con cuidado para no quemarnos, y así sabremos si le hace falta hervir o si es momento de apagar el fuego.
- ¿Es necesario tapar la olla? ¿Se debe añadir aceite al agua?: la respuesta es corta y muy sencilla: no hace falta hacer esto.
ARROZ
Este alimento puede ser la base de muchísimos platos, además de darnos una gran oportunidad para jugar con sabores y texturas. Sin embargo, lo primero es empezar por comidas fáciles de hacer, es decir, un arroz blanco común y corriente.
Una vez aprendemos a cocinarlo correctamente, sin que quede muy seco o húmedo, podemos empezar a experimentar con muchos ingredientes que aportan distintas cualidades.
- Las medidas mágicas: seguramente todos hemos escuchado a nuestras mamás, papás, abuelos o abuelas decir “2 tazas de agua por una de arroz”. Estas cantidades son básicas y las debemos tener memorizadas.
- Una buena olla: una situación que se repite entre las personas que apenas empiezan a cocinar arroz es que este termina adherido a la base de la olla y la única solución es raspar hasta poder despegarlo. Esto daña los utensilios y es muy malo para el teflón.
Procurar usar una olla de buena calidad para hacer el arroz es una excelente idea que puede ahorrarnos algún dolor de cabeza.
RECETAS CON COMIDAS FÁCILES DE HACER:
Teniendo estas recomendaciones en cuenta, repasemos rápidamente cómo hacer arroz.
1. Se ponen a hervir las 2 tazas de agua.
2. Cuando empieza a burbujear, añadir sal. Revolvemos.
3. En el momento en el que el agua empieza a hervir y la sal se ha disuelto, agregamos la taza de arroz.
4. Removemos un poco y con cuidado para evitar que se pegue, pero solo una o dos veces.
5. Cuando veamos que el agua se ha evaporado al nivel del arroz, bajamos a una temperatura media y tapamos la olla.
6. Dejamos cocinar hasta que el agua se termine de secar y el arroz tenga la textura que buscamos. Lo podemos probar para asegurarlo.
7. El arroz se debe dejar reposar unos minutos.
8. Al servir, un toque aromático siempre funciona muy bien, como cilantro o perejil.
Un tip antes de continuar: para darle una textura más sólida, podemos cocinar el arroz en aceite por unos minutos. Incluso, añadir un diente de ajo puede potenciar su sabor. Después lo llevamos al agua hirviendo.
FILETES A LA PLANCHA
Entre los alimentos que siempre debemos tener en casa hay que mencionar los filetes de distintas proteínas, ya sea res, pollo, cerdo o, incluso, una de origen vegetal como el seitán.
Es muy fácil creer que los filetes son tan sencillos de cocinar como simplemente ponerlos en una sartén con un poco aceite y darles vuelta de vez en cuando. Si queremos lograr la mejor textura y el sabor más rico, es importante tener en cuenta algunas cosas.
- Dejarlos descongelar: más allá del tipo carne, los filetes deben dejarse descongelar, por eso es mejor pasarlos al refrigerador la noche anterior, así seguimos un proceso en la cadena del frío antes de sacarlo a temperatura ambiente.
- Sellar, clave de sabor y jugosidad: este pequeño secreto puede hacer toda la diferencia al preparar filetes de cualquier tipo de carne. Se empieza con una temperatura alta y se cocina por unos segundos a cada lado, formando una costra que evita que pierda tantos jugos. Una vez se han sellado las dos caras, se reduce el fuego a un nivel medio o, incluso, medio-bajo si tenemos suficiente tiempo, y se deja cocinar así.
- No marear la carne: en las caricaturas, cuando hay un asado, siempre vemos al personaje que cocina dando vuelta a los filetes. En realidad, lo ideal es hacerlo una o dos veces para que tenga una cocción uniforme.
- Usar pinzas: si queremos que los jugos no se pierdan, lo último que hay que hacer es clavar un tenedor o un cuchillo para darle vuelta. Es mejor usar unas pinzas de silicona que ayudan a proteger el teflón de nuestra sartén.
- La carne debe reposar: mientras la cocinamos va perdiendo sus jugos, los responsables de una textura tierna y un sabor fabuloso. Si la dejamos reposar por unos minutos una vez terminamos la cocción, va a reabsorberlos y a ser más rica.
- La sal, al final: este es un debate entre los fanáticos de la carne, sin embargo, recordemos que la sal seca los jugos y nosotros los queremos siempre con mucha presencia. Por eso es mejor añadirla al final, para resaltar los sabores.
ENSALADAS
Hacer una ensalada puede sonar más fácil de lo que es. No es simplemente tomar unas verduras y mezclaras. Queremos un balance de sabores, colores y texturas. Al final, siguen siendo sencillas de preparar, pero hay algunos tips para tener en cuenta que van a mejorar su nivel.
- Elegir una base: la más usada es la lechuga, pero también pueden ser espinacas. Lo importante es que estén secas para que no humedezcan a los otros ingredientes y terminemos con una ensalada que chorrea.
- Acompañantes: una vez está la base es momento de jugar. La cebolla y el tomate son dos clásicos, pero también tenemos zanahoria, pimentón, calabaza, coliflor, remolacha y muchas más. Al comienzo, lo ideal es juntar pocos elementos para no sobrecargarla. Entre 2 y 4 ingredientes puede funcionar.
- Otros sabores y texturas: ¿qué tal jugar con rodajas de naranja o mandarina? ¿O añadir un poco de garbanzos o lentejas enlatadas (hablamos de comidas fáciles de hacer, así que, en este caso, no las vamos a cocinar)? ¿O unos frutos secos o deshidratados?
PAPAS HERVIDAS
La quinta y última comida fácil de hacer que puede rescatar a un novato de la cocina en sus primeros días lejos de casa: las papas hervidas. Son muy fáciles de preparar, simplemente se dejan en agua hirviendo y con sal hasta que ablanden, sin embargo, estos son algunos consejos para tener en cuenta:
- Usar papas de un tamaño similar: las pequeñas tardan menos tiempo en cocinarse, así que, si las preparamos a la vez junto a las más grandes, estas últimas van a quedar crudas. Por eso es mejor procurar que sean parecidas.
- ¿Cuándo añadir la sal?: en el momento en el que el agua empiece a burbujear. Luego revolvemos para que se disuelva.
- ¿Cuándo añadir las papas?: se agregan cuando el agua comienza a hervir y es desde ese punto en el que empezamos a contar el tiempo. Dependiendo del tamaño, pueden tardar entre 15 y 25 minutos.
- ¿Cómo saber si están listas?: con un truco muy sencillo y conocido. Se clava un cuchillo y, si sale fácilmente, es momento de apagar el fuego. Por el contrario, si se queda clavado, quiere decir que aún falta un poco de tiempo.
- Al final se pasan por agua fría: para detener su cocción es necesario llevar las papas a un recipiente con agua fría, así evitamos que se ablanden demasiado.
Fuentes:
https://www.esquire.com/es/donde-comer-beber/a25053983/como-cocinar-cocer-pasta-recetas-niko-romito/