Un juego de texturas con un flan de maní.

Ingredientes

El maní y su versatilidad en la cocina

Acá te contamos sobre todo lo que puedes hacer con el maní.

En Recetas Nestlé® nos encanta aprovechar este fruto seco.

Entre el grupo de los frutos secos podemos encontrar unas cuantas joyas de la cocina que nos permiten jugar con sabores y texturas para preparar los mejores platos. El maní es una de las estrellas de este grupo y en Recetas Nestlé® vamos a explorar todo lo que se puede hacer con este alimento.

¿QUÉ ES EL MANÍ?

Aunque lo podemos encontrar en esos paquetes o mixes de frutos secos en los que viene acompañado de almendras y nueces, la verdad es que el maní no es un fruto seco. En realidad, se trata de una legumbre o un grano, como las arvejas o los garbanzos.

La razón por la que se suele hablar de este alimento como un fruto seco es que sus características son muy similares a estos. Por su sabor y su textura crujiente es que solemos hallarlo en el mismo grupo.

Dependiendo de la clase de maní, que vamos a explorar un poco más adelante, lo podemos encontrar en color amarillo o marrón, lo cual también varía si está con o sin cáscara. Además, su tamaño es entre pequeño y mediano, por eso también funciona muy bien como un snack individual.

El maní puede acompañar platos dulces y salados.

Un dato interesante es que el maní no cuelga de las ramas de una planta o un arbusto, en cambio, crece como una semilla, bajo el suelo. Además, tiene un origen completamente sudamericano.

TIPOS DE MANÍ

Más allá de cual sea la clase de maní que más nos gusta o que solemos comprar con mayor frecuencia, vale la pena saber que hay diferentes tipos de este alimento que varían en su color y tamaño, siendo unos más conocidos que otros.

  • MANÍ CORREDOR O RUNNER

    En este caso es común referirse al maní con ambos términos, tanto en inglés como en español. Es el que se suele usar para preparar mantequilla de maní, por eso no es ninguna sorpresa que sea tan exitoso en países como Estados Unidos.

    Otra ventaja que tiene, en especial a nivel comercial, es que sus granos son todos del mismo tamaño, que puede ser considerado mediano. Su color es de tonos rojizos.

    Pollo con salsa de maní.
  • MANÍ ESPAÑOL

    Sobresale por tener un tamaño más pequeño que el resto de sus hermanos, por lo que esta clase de maní se suele usar para complementar dulces, golosinas y snacks. Sin embargo, no es que se encuentren únicamente en compañía de otros productos.

    En su presentación individual, que es de sabor salado, el maní español puede venir en dos formas: con o sin cáscara, que es de color rojiza con tonos marrón. Vale la pena aclarar que la piel debe ser retirada antes de comerlo.

  • MANÍ DE VIRGINIA

    Saltamos del tipo de maní más pequeño directamente a la variedad que se destaca por tener los granos más grandes, que son aprovechados como un snack de forma individual, muchas veces tostados, lo cual los hace más crujientes.

    Como se suele vender sin más acompañantes, por ejemplo, otros frutos secos, el maní de Virginia también es usado para jugar con sabores, como toques ácidos, picantes o dulces.

    Además, también es llamado maní de cóctel, por su tamaño es muy buen tentempié o snack para eventos o reuniones, sobre todo junto a algunos frutos deshidratados que contrastan en sabor y textura.

    Maní con otros alimentos.
  • MANÍ VALENCIA

    Más allá de la clase de maní de la que hablemos, todos los que consumimos vienen dentro de una vaina, una especie de capa externa en la que, normalmente, hallamos dos granos.

    Sin embargo, la clase de Valencia se diferencia de las otras porque suele tener tres granos en cada vaina, incluso a veces se encuentran más. Además, su sabor es dulce y está cubierto por una piel delgada de color rojizo.

¿CÓMO PODEMOS APROVECHAR EL MANÍ EN LA COCINA?

Cuando pensamos en añadir cualquier alimento a una preparación, lo más importante es que tenga un buen sabor, que sea agradable para el paladar. Sin embargo, también vale la pena pensar en otras propiedades que puedan aportar.

Nos referimos, en concreto, a dos características: color y textura. En el caso del maní, tenemos que aceptar que el color no es muy atractivo, aunque igual funciona, por ejemplo, para crear contrastes.

Imaginemos una torta de chocolate o un color similar, oscuro. Estos tonos contrastan con el maní, que además tiene un sabor que funciona muy bien con el chocolate. Una mezcla de frutos secos, por ejemplo, también es fabulosa en unos brownies.

La salsa de maní es muy común en la cocina indonesia.
  • LA SALSA

    En la mantequilla, en la harina, en ensaladas, en postres, en arroces o en licuados. En la cocina, el maní tiene que estar en la definición de versatilidad, y eso que no hemos mencionado la salsa.

    Indonesia es uno de los países donde más se usa la salsa de maní para acompañar todo tipo de preparaciones, como carnes y verduras. La salsa, además, permite experimentar con los sabores. De este modo es posible darle toques picantes, ácidos o usar ajo, entre otras opciones.

  • UNA TEXTURA CRUJIENTE A NUESTRO FAVOR

    Pero es en la textura de este alimento donde hallamos una de sus grandes cualidades para sacarle provecho en la cocina. Aunque el sabor es lo más importante, las texturas que sentimos en la boca también juegan un gran papel.

    Ese toque crujiente que puede aportar el maní es estupendo para añadir algunos elementos a los platos.

    Un arroz blanco y suave contrasta muy bien con este fruto seco. Como un snack, algunos frutos deshidratados van de maravilla. Con unos noodles o con curry son otras ideas que valen la pena probar.

Recetas con maní

DERIVADOS DEL MANÍ

Estamos hablando de un alimento que se puede usar en muchísimas preparaciones, tanto en saladas como dulces, aportando sabor y textura. Pero, también, hay muchos derivados a partir del maní que aumentan los argumentos sobre su versatilidad.

Vamos a enfocarnos únicamente en tres derivados, unos más populares que otros, pero que sin duda nos dan más opciones para sacarle todo el provecho a este fruto seco.

LA MANTEQUILLA DE MANÍ

Para los fanáticos del cine y la televisión, en especial de las producciones estadounidenses, este derivado aparece en muchísimas series y películas cuando algún personaje prepara un sándwich de mermelada con mantequilla de maní.

En tiendas y supermercados es fácil encontrarla, pero muchas veces tiene otros ingredientes añadidos, como conservantes o azúcares. Por esto, la mejor forma de prepararla es haciéndola en casa. Un pequeño secreto de antemano: no se necesita mantequilla.

La mantequilla de maní es uno de los derivados más famosos de este fruto seco.
  • Al llevar el maní a la licuadora o procesador de alimentos, es importante que no tenga cáscara. Además, la recomendación es que tampoco tenga otros ingredientes (sal, limón, etc.) para que el sabor no se vea afectado.
  • Se puede usar maní tostado o crudo. Vale la pena experimentar con ambos para saber cuál es nuestro resultado preferido.
  • Es mejor triturar los granos en dos, tres o cuatro rondas, dejando descansar la licuadora o el procesador. Al principio se va a ver como harina o polvo, pero en la tercera y cuarta tanda ya se nota la textura que buscamos.
  • Un poco de aceite en la mezcla puede ayudar con la textura. Si la vemos demasiado seca y espesa, añadirlo. Si está demasiado aguada, añadir más maní.
  • Podemos jugar con los sabores, como azúcar, miel o una pizca de sal. Lo importante es añadirlos poco a poco e ir probando la mezcla hasta encontrar el punto perfecto.

HARINA DE MANÍ

Una opción que funciona para las personas que no pueden consumir gluten, pero que les gusta preparar y comer todo tipo de tortas, panes y otras recetas de repostería.

Una gran ventaja de esta harina es que tiene un sabor y un aroma más fuerte y distinguible, que le da profundidad a los platos y una personalidad mucho más notoria a las preparaciones en las que se usa.

Los diferentes usos de la harina también aplican en este caso. Por ejemplo, para espesar una crema o una sopa, o para preparar alimentos apanados.

Los granos de maní vienen en vainas.

GARRAPIÑADAS, MANÍ DULCE O CONFITADO

Aunque hablamos del sabor más dulce del maní Valencia, sobre todo cuando se le compara con sus otros familiares, uno de los productos más deliciosos que se suelen hacer con este alimento son las garrapiñadas o el maní confitado.

Se trata de un snack en el que los granos son cubiertos por una capa de azúcar cristalizado. El resultado es estupendo porque todo se prepara en una sartén y mientras se realiza el proceso el maní se va tostando, por eso al final queda totalmente crujiente y con un sabor dulce.

CUIDADO CON LAS ALERGIAS

Antes de despedirnos, queremos recordar que muchas personas son alérgicas al maní y que su consumo puede afectar seriamente la salud de algunos. Por eso, si vamos a cocinar una receta en la que lo usamos como ingrediente, es importante asegurarnos de que las personas que van a comer puedan consumirlo sin problema.

FUENTES:

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo utilizar el maní en platos salados?

El maní es un ingrediente versátil que puede realzar el sabor de diversos platos salados. Puedes utilizarlo como base para salsas o para ser un topping en ensaladas y salteados para agregar textura y un toque único.

¿Qué opciones tengo para incorporar el maní en postres?

El maní también puede ser un excelente ingrediente en la repostería. Puedes usarlo para hacer cremas y rellenos para tartas, galletas o brownies, o incluso agregarlo en forma de trozos o mantequilla en tus helados y batidos para darles un toque especial.

¿Cómo puedo aprovechar el maní en platos étnicos?

El maní es un ingrediente fundamental en muchas cocinas étnicas, como la tailandesa, la africana y la asiática. Puedes usarlo para preparar platos emblemáticos, por ejemplo, en el Pad Thai tailandés, el Mafe africano o el Gado-gado indonesio, donde aportará un sabor único y una textura crujiente.